sexta-feira, outubro 26, 2007


«No hay nada más hermoso que mi faz. Por qué debo

sufrir al perfumista?» se quejaba la rosa.

Y el ruiseñor repuso: «Cállate, desdichada.

Quién no ha reído un día para llorar un año?»



Omar Kheyyam, Rubaiyat

Sem comentários: