quinta-feira, janeiro 31, 2008




"Hay algunas mujeres comodín - las que trabajan dentro y fuera de su casa - que acaban haciendo de sus maridos un comodón."


José Luis Olaizola, in Telva

terça-feira, janeiro 29, 2008


"Malinalli consideraba al maíz como la manifestación de la bondad. Era el alimento más puro que podía comer, era la fuerza del espíritu. Pensaba que mientras los hombres fuesen amigos del maíz, la comida nunca faltaría en sus mesas; mientras reconocieran que eran hijos del maíz y que el viento los había transformado en carne, tendrían plena conciencia de que todos eran lo mismo y se alimentaban de lo mismo."


Laura Esquival, Malinche, Madrid, Santillana Ediciones Generales, S.L, 2005, p. 29.

segunda-feira, janeiro 28, 2008

"A desgraça das mulheres é que vivem em função do homem. Até a mulher mais livre e evoluída não é capaz de passar sem isso. Sabe - se lá porquê! São uns chatos. Inseguros, frágeis, egoístas. Dão a impressão de nos concederem tudo. mas na verdade ficam eles com tudo e só nos deuxam as migalhas. E, no entanto, não os passamos sem os amar."

Sveva Casati Modnani, Lição de Tango, 1ªedição, Lisboa, Edições Asa, 2007, p. 413,

segunda-feira, janeiro 21, 2008


CIUDAD SIN SUEÑO

(NOCTURNO DEL BROOKLYN BRIDGE)


No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres
que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encntrará por las
esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta
de los astros.

No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en cementerio más lejano
que se queja tres años
porque tiene un paisaje seco en la rodilla;
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto
que hubo necesidad de llamar a los perros para que
callase.

No es sueño la vida. Alerta! Alerta! Alerta!
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra
húmeda
o subimos al filo de la nieve con ele coro de las dalias
muertas.
Pero no hay olvido, ni sueño;
carne viva. Los besos atan las bocas
en una maraña de venas recientes
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso
y al que teme la muerte le llevará sobre los hombros.

Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los
ojos de las vacas.

Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y
barcos mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de
nuestra lengua.
Alerta! Alerta! Alerta!
A los que guardan todavía huellas de zarpa y
aguacero,
a aquel muchacho que llora porque no sabe la
invención del puente
o a aquel muchacho que llora porque no sabe la
invención del puente
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza
y un zapato,
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes
esperan,
donde espera la dentadura del oso,
donde espera la mano momificada del niño
y la piel del camello se eriza con un violento
escalofrío azul.

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Pero si alguien cierra los ojos,
azotadlo, hijos míos, azotadlo!

Haya un panorama de ojos abiertos
y amargas llagas escendidas.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
Ya lo he dicho.
No duerme nadie.
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo
en las sienes,
abrid los esotillones para que vea bajo la luna
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.

Federico García Lorca, Poeta en Nueva York (1929 - 1930)

domingo, janeiro 20, 2008


POEMA DE LA SOLEDAD EN COLUMBIA UNIVERSITY



TU INFANCIA EN MENTÓN


Sí, tu niñez ya fábula de fuentes

Jorge Guillén


Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Tu soledad esquiva en los hoteles
y tu máscara pura de otro signo.
Es la niñez del mar y tu silencio
donde los sabios vidrios se quebraban.
Es tu yerta ignorancia donde estuvo
mi torso limitado por el fuego.
Norma de amor te di, hombre de Apolo,
llanto ruiseñor enajenado,
pero, pasto de ruina, te afilabas
para los breves sueños indecisos.
Pensamiento de enfrente, luz de ayer,
índices y señales del acaso.
Tu cintura de arena sin sosiego
atiende sólo rastros que noe scalan.
Pero yo he de buscar por los rincones
tu alma tibia sin ti que no entiende,
con el dolor de Apolo detenido
con que he roto la máscara que llevas.
Allí, león, allí, furia del cielo,
te dejaré pacer en mis mejillas;
allí, caballo azul de mi locura,
pulso de nebulosa y minutero,
he de buscar las piedras de alacranes
y los vestidos de tu madre niña,
llanto de medianoche y paño roto
que quitó luna de la sien del muerto.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.
Alma extraña de mi hueco de venas,
te he de buscar pequeña y sin raíces.
Amor de siempre, amor, amor de nunca!
Oh, sí! Yo quiero. Amor, amor! Dejadme.
No me tapen la boca los que buscan
espigas de Saturno por la nieve
o castran animales por un cielo,
clínica y selva de la anatomía.
Amor, amor, amor. Niñez del mar.
Tu alma tibia sin ti que no entiende.
Amor, amor, un vuelo de la corza
por el pecho sin fin de la blancura.
Y tu niñez, amor, y tu niñez.
El tren y la mujer que llena el cielo.
Ni tú, ni yo, ni el aire, ni las hojas.
Sí, tu niñez ya fábula de fuentes.

Federico García Lorca, Poeta en Nueva York (1929 - 1930)

sábado, janeiro 19, 2008


"Le gustaban los caballos, eran como perros grandotes con la diferencia de que en ellos uno alcanzaba a verse totalmente reflejado en sus ojos. En cambio, en los ojos de los perros no encontraba esa tinidez. Mucho menos en los perros que los españoles habían traído con ellos; éstos no eran como los itzcuintiles, los perros de los indígenas, sino perros agresivos, violentos, de mirada cruel. Los ojos de los caballos eran bondadosos. Malinalli sentía que los ojos de los caballos eran un espejo donde se reflejaba todo aquello que uno sentía, en otras palabras, eran un espejo del alma."


Laura Esquivel, Malinche, 2ªedición, Madrid, Santillana Ediciones Generales, S.L, 2007, p.65

Aquele Zaino, Foto de Eduardo Amorim

quinta-feira, janeiro 17, 2008


LA TIERRA


Niño indio, si estás cansado,
tú te acuestas sobre la Tierra,
y lo mismo si estás alegre,
hijo mío, juega con ella...


Se oyen cosas maravillosas
al tambor indio de la Tierra:
se oye el fuego que sube y baja
buscando el cielo, y no sosiega.
Rueda y rueda, se oyen los ríos
en cascadas que no se cuentan.
Se oyen mugir los animales;
se oye el hacha comer la selva.
Se oyen sonar telares indios.
Se oyen trillas, se oyen fiestas.


Donde el indio lo está llamando,
el tambor indio le contesta,
y tañe cerca y tañe lejos,
como el que huye y que regresa...


Todo lo toma, todo lo carga
el lomo santo de la Tierra:
lo que camina, lo que duerme,
lo que retoza y lo que pena;
y lleva vivos y lleva muertos
el tambor indio de la Tierra.


Cuando muera, no llores, hijo:
pecho a pecho ponte conn ella,
y si sujetas los alientos
como que todo o nada fueras,
tú escucharás subir su brazo
que me tenía y que me entrega,
y la madre que estaba rota
tú la verás volver entera.

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

LA CASA


La mesa, hijo, está tendida,
en blancura quieta de nata,
y en cuatro muros azulea,
dando relumbres, la cerámica.
Esta es la sal, este el aceite
y al centro el Pan que casi habla.
Oro más lindo que oro del Pan
no está ni en fruta ni en retama,
y da su olor de espiga y horno
una dicha que nunca sacia.
Lo partimos, hijito, juntos,
con dedos duros y palma blanda,
y tú lo miras asombrado
de tierra negra que da flor blanca.


Baja la mano de comer,
que tu madre también la baja.
Los trigos, hijo, son el aire,
y son del sol y de la azada;
pero este Pan "cara de Dios"
no llega a mesas de las casas;
y si otros niños no lo tienen,
mejor, mi hijo, no lo tocaras,
y no tomarlo mejor sería
con mano y mano avergonzadas.


Hijo, el Hambre, cara de mueca,
en remolino gira las parvas,
y se buscan y no se encuentran
el Pan y el Hambre corcovada.
Para que lo halle, si ahora entra,
el Pan dejemos hasta mañana;
el fuego ardiendo marque la puerta,
que el indio quechua nunca cerraba,
y miremos comer al Hambre,
para dormir con cuerpo y alma!

Nota: En Chile, el pueblo llama al pan "Cara de Dios".


Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y Pan gallego. Tomada en Portonovo (Pontevedra), Foto de Ángel Durán

segunda-feira, janeiro 14, 2008


FUEGO

Como la noche ya se vino
y con su raya va a borrarte,
vamos a casa por el camino
de los ganados y del Arcángel.
Ya encendieron en casa el Fuego
que en espinos montados arde.
Es el Fuego que mataría
y solo sabe solazarte.
Salta en aves rojas y azules;
puede irse y quiere quedarse.
En donde estabas, lo tenías.
Está en mi pecho sin quemarte,
y está en el canto que te canto.
Amalo donde lo encontrases!
En la noche, el frio y la muerte,
bueno es el Fuego para adorarse,
y bendito para seguirlo,
hijo mío, de ser Arcángel!

Gabriela Mistral, Fuego, Cuenta - Mundo

CARRO DEL CIELO


Echa atrás la cara, hijo,
y recibe las estrellas.
A la primera mirada,
todas te punzan y hielan,
y después el cielo mece
como cuna que balancean,
y tú te das perdidamente
como cosa que llevan y llevan...


Dios baja para tomarnos
en su vida polvoreada;
cae en el cielo estrellado
como una cascada suelta.
Baja, baja en el Carro del Cielo;
va a llegar y nunca llega....


El viene incensantemente
y a media marcha se refrena
por amor y miedo de amor
de que nos rompe o que nos ciega.
Mientras viene somos felices
y lloramos cuando se aleja.


Y un día el carro no para,
ya desciende, ya se acerca,
y sientes que toca tu pecho
la rueda viva, la rueda fresca.
Entonces, sube sin miedo
de un solo salto a la rueda,
cantando y llorando del gozo
con que te toma y que te lleva!


Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y Foto de Ángel Durán
PINAR

Vamos cruzando ahora el bosque
y por tu cara pasan árboles,
y yo me paro y yo te ofrezco;
pero no pueden abajarse.
La noche tiende las criaturas,
menos los pinos que son constantes,
viejos heridos mana que mana
gomas santas, tarde a la tarde.
Si ellos pudieran te cogerían,
para llevarte de valle en valle,
y pasarías de brazo en brazo,
corriendo, hijo de padre en padre....

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

TRIGO ARGENTINO


El pan está sobre el campo,
como grandes ropas, hijo,
azorado de abundancia,
de dichoso, sin sentido...


Parece el manto de David
o las velas de Carlos Quinto,
parece las Once Mil Vírgenes,
que caminsasen, hijo mío.


Nos atarantan, nos atajan,
nos enredan los tobillos
los locos perros dorados,
la traílla furiosa del trigo.


Nos dejamos envolver
por el ímpetu vencidos.
Todos los hombres del llano
en espigas han caído
batidos y rasguñados,
ciegos de crines y brillos!..


En cuanto la espiga dobla
su cogollo desfallecido;
en cuanto cuaja la harina,
calla - callando, hijo mío,
antes de qe toque el suelo
y coma barro sombrío,
y vaya a ser magullado
el cuerpo de Jesucristo,
se levantan a segar
los brazos santafesinos.


El trigo mejor que ámbares
y que abraza de lino,
no ha de quedar en el surco,
lleno de noche y de olvido,
por ser la espalda doblada
del amor de Jesucristo.


En el llano, corta y corta,
lo están levantando en vilo;
en el carro de su suerte
ahora lo suben en vilo;
y nosotros lo alzaremos
así en el pan, así en vilo.


Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

domingo, janeiro 13, 2008



ALONDRAS

Bajaron a mancha de trigo,
y al acercarnos, voló la banda,
y la alameda se quedó
del azoro como rasgada.

En matorrales parecen fuego;
cuando suben, plata lanzada,
y pasan antes de que pasen,
y te rebanan la alabanza.

Saben no más los pobres ojos
que pasó toda la bandada,
y gritando llaman "alondras!"
a lo que sube, se pierde y canta.

Y en este aire malherido
nos han dejado llanos de ansia,
con el asombro y el temblor
a mitad del cuerpo y el alma...

Alondras, hijo, nos cruzamos
las alondras, por la llanada!

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

MONTAÑA

Hijo mío, tú subirás
con el ganado a la Montaña.
Pero mientras yo te arrebato
y te llevo sobre mi espalda.

Apuñada y negra la vemos,
como mujer enfurruñada.
Vive sola de todo tiempo,
pero nos ama, la Montaña,
y hace señales de subir
tirando gestos con que llama....

Trepamos, hijo, los faldeos,
llenos de robles y de hayas.
Arremolina el viento hierbas
y balancea la Montaña,
y van los brazos de tu madre
abriendo moños que son zarzas...

Mirando al llano, que está ciego,
ya no vemos río ni casa.
Pero tu madre sabe subir,
perder la Tierra, y volver salva.

Pasan las nieblas en trapos rotos;
se borra el mundo cuando pasan.
Subimos tanto que ya no quieres
seguir y todo te sobresalta.
Pero el alto Pico del Toro,
nadie descienda a la llanada.

El sol, lo mismo que el faisán,
de una vez salta la Montaña,
y de una vez baña de oro
a la Tierra que era fantasma,
y le enseña gajo por gajo
en redonda fruta mondada!

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y Xálima Miña, Foto de Ángel Durán

sábado, janeiro 12, 2008


LA FRESA


La fresa desperdigada
en el tendal de las hojas,
huele antes de cogida;
antes de vista se sonroja...
La fresa, sin ave picada,
que el rocío del cielo moja.


No magulles a la tierra,
no aprietes a la olorosa.
Por el amor de ella abájate,
huélela y dale la boca.

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo


LA PIÑA



Allega y no tengas miedo
de la piña con espadas....
Por vivir en el plantío
su madre la crió armada...



Suena el cuchillo cortando
la amazona degollada
que pierde todo el poder
en el manojo de dagas.



En el plato va cayendo
todo el ruedo de su falda,
falda de tafeta de oro,
cola de reina de Saba.



Cruje en tus dientes molida
la pobre reina mascada
y el jugo corre mis brazos
y la cuchilla de plata....



Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

domingo, janeiro 06, 2008


FRUTA

En el pasto blanco de sol,
suelto la fruta derramada.

De los Brasiles viene el oro,
en prietos mimbres donde canta
de los Brasiles, niño mío,
mandan la siesta arracimada.
Extiendo el rollo de la gloria;
rueda el color con la fragancia.

Gateando sigues las frutas,
como niñas que se desbandan,
y son los nísperos fundidos
y las duras piñas tatuadas...

Y todo huele a los Brasiles
pecho del mundo que lo amamanta,
que, a no tener el agua atlántica,
rebosaría de su falda...

Tócalas, bésalas, voltéalas
y les aprendes todas sus caras.
Soñaras, hijo, que tu madre
tiene facciones abrasadas,
que es la noche canasto negro
y que es frutal la Vía Láctea....

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

ANIMALES

Las bestiecitas te rodean
y te balan olfateándote.
De otra tierra y otro reino
llegarían los animales
que parecen niños perdidos,
niños oscuros que cruzasen.
En sus copos de lana y crines,
o en sus careyes relumbrantes,
los cobrizos y los jaspeados
bajan el mundo a pinturearte.
Niño del Arca, jueguen contigo,
y hagan su ronda los animales!

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo



MARIPOSAS



A don Eduardo Santos.

Al valle que llaman de Muzo,
que lo llamen Valle de Bodas.
Mariposas anchas y azules
vuelan, hijo, la tierra toda.
Azulea tendido el Valle,
en una siesta que está loca
de colinas y de palmeras
que van huyendo luminosas.
El valle que te voy contando
como el cardo azul se deshoja,
y en mariposas aventadas
se despoja y no se despoja...

En tanto azul, apenas ven
naranjas y piñas las mozas,
y se abandonan, mareadas,
al columpio de mariposas.
Las yuntas pasan aventando
con el yugo, llamas redondas,
y las gentes al encontrarse
se ven ligeras y azulosas
y se abrazan alborotadas
de ser ellas y de ser otras....

El agrio sol, quémalo - todo,
quema suelos, no mariposas.
Salen los hombres a cazarlas,
cogen enredes la luz rota,
y de las redes azogadas
van sacando manos gloriosas.

Parece fábula que cuento
y que de ella arda mo boca;
pero el milagro se repite
donde al aire llamam Colombia.
Cuéntalo y cuéntalo, me embriago.
Veo azules, hijo, tus ropas,
azul mi aliento, azul mi falda,
y ya no veo más otra cosa....

Gabriela Mistral, Cuenta -Mundo y San Martinde Trevejo - tumillo, Foto de Ángel Durán

sábado, janeiro 05, 2008


EL ARCO IRIS

El puente del Arco Iris
se endereza y te hace señas,
el carro de siete colores que las almas acarrea
y que las sube, una a una,
por las astras de la sierra...

Estaba sumido el puente
y asoma para que vuelvas.
Te da el lomo, te da la mano,
como los puentes de cuerda,
y tú le bates los brazos
igual que peces en fiesta....

Ay, no mires lo que miras,
porque de golpe te acuerdas
y cogiéndote del Arco
- sauce que no se quiebra -
te vas a ir por el verde,
el amarillo, el violeta...

Ya mamaste nuestra leche,
niño de María y Eva;
juegas con la verdolaga
delante de nuestras puertas;
entraste en casa de hombres
y pides pann en mi lengua.

Vuélvele la cara al puente;
deja que se rompa, deja,
que si subes me voy como loca,
y te sigo la Tierra entera!

Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo

quinta-feira, janeiro 03, 2008


EL AGUA


Niñito mío, qué susto tienes
con el Agua adonde te traje,
y todo el susto por el gozo
de la cascada que se reparte!
Cae y cae como mujer,
ciega en espuma de pañales.
Esta es el Agua, esta es el Agua,
santa que vino de pasaje.
Corriendo va con cuerpo bajo,
y con espumas de señales.
En momentos ella se acerca
y en momentos queda distante.
Y pasando se lleva el campo
y lleva al niño con su madre...


Beben del Agua dos orillas,
bebe la Sed de sorbos grandes,
beben ganados y yuntadas,
y no se acaba el Agua Amante!


Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y Rio Muño, Foto de Ángel Durán

LA LUZ


Por los aires anda la Luz
que para verte, hijo me vale.
Si no estuviese, todas las cosas
que te aman no te mirasen;
en la noche te buscarían,
todas gimiendo y sin hallarte.


Ella se cambia, ella se trueca
y nunca es cosa de saciarse.
Amar el mundo nos creemos,
pero amamos la Luz que cae.


La Bendita, cuando nacías,
tomó tu cuerpo para llevarte.
Cuando yo muera y que te deje,
síguela, hijo, como a tu madre!


Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y abril, Foto de Ángel Durán

quarta-feira, janeiro 02, 2008


EL AIRE


Esto que pasa y que se queda,
esto es el Aire, esto es el Aire,
y sin boca que tú le veas
te toma y besa, padre amante.
Ay!, le rompemos sin romperle;
herido vuela sin quejarse,
y parece que a todos lleva
y a todos deja, por buenos, el Aire...


Gabriela Mistral, Cuenta - mundo y Véspura d'aire. Los atardeceres de fuertes rojos son el presagio de los vientos tan comunes en esta zona. San Martín de Trevejo (Cáceres), Foto de Ángel Durán

LA CUENTA - MUNDO



Niño pequeño, aparecido,

que no viniste y que llegaste,

te contaré lo que tenemos

y tomarás de nuestra parte.



Gabriela Mistral, Cuenta - Mundo y Noé - Carnaval 2007, Foto de Ángel Durán

terça-feira, janeiro 01, 2008


De noche, cuando el ruido se ha cansado, el aire se llena con el murmullo del mar; y los afanes vagabundos del día vuelven a sus descanso, alrededor de la lámpara encendida.

El fuego del amor se serena hasta ser adoración; se abisma la corriente de vivir; y el mundo de las formas viene a su nido, que está en la belleza que sobrepasa toda forma.



Rabindranaz Tagore, Transito y Atardecer - Mirada hacía poniente en S. Martin, Foto de Ángel Durán

Habrá en esta ciudad una casa cuyo portal se haya abierto esta mañana, para siempre, al sol de la aurora; donde se haya cumplido el mensaje de la luz?

Flores abiertas de los vallados y de los jardines, habrá algún corazón que haya encontrado esta mañana en vosotras el don que estaba en camino desde la eternidad?


Rabindranaz Tagore, La cosecha, y Porta4, Foto de Ángel Durán

Siempre estás sólo, en la otra orilla del río de mis canciones!

Mis ondas melodiosas lamen tus pies, pero yo no sé cómo alcanzarlos. Y mi jugar contigo es desde tan lejos!

La tristeza de la distancia se derrite con mi flauta en melodías.

Cuándo vendrá tu barca hasta mi orilla; cuándo cojerás mi canción entre yus manos!


Rabindranaz Tagore, La cosecha, y Combarro, Foto de Ángel Durán