terça-feira, maio 20, 2008



Cuánto rato te he mirado
sin mirarte a ti, en la imagen
exacta inaccesible
que te traiciona el espejo!
«Bésame», dices. Te beso,
y mientras te beso pienso
en los fríos que serán
tus labios en el espejo.
«Toda el alma para ti»,
murmuras, pero en el pecho
siento un vacío que sólo
me lo llenará ese alma
que no me das.
El alma que se recorta
con disfraz de claridades
en tu forma del espejo.


Pedro Salinas y Foto de Ángel Durán

El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
- soñaba altos muros
guardándote el alma -
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial mi cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma
pero no tenía,
de franca que era,
entradas tu alma.
En donde empezaba?
Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma.


Pedro Salinas y Foto de Ángel Durán

Arena: hoy dormida en la playa
y mañana cobijada
en los senos del mar:
hoy del sol y mañana del agua.
A la mano que te oprime
le cedes blanda
y te vas con primer viento
galán que pasa.
Arena pura y casquivana,
novia versátil y clara, te quise por mía
y te estreché contra el pecho y alma.
Pero con olas y brisas y soles te fuiste
y me quedé sin amada,
con la frente dada al viento que me la robaba,
y la vista al mar lejano donde ella tenía
verdes amores en verde posada.


Pedro Salinas y Foto de Ángel Durán

sábado, maio 10, 2008


"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno si consigue que nadie descubra su falta capaz de poner techo sobre su cabeza, más anhela, su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio."


Carlos Ruiz Zafón, El juego del Ángel, Barcelona, Planeta, 2008.