quinta-feira, outubro 09, 2008


A cazar va el caballero,
a cazar como solía,
los perros lleva cansados,
el halcón pedrido había:
andando, se le hizo noche
en una oscura montiña.
Sentárase al pie de un roble,
más alto que allí había:
el troncón tenía de oro,
las ramas de plata fina;
levantando más los ojos,
vio cosa de maravilla:
en la más altita rama
viera estar una infantina;
cabellos de su cabeza
con peine de oro partía,
y del lado que los parte,
toda la rama cubrían;
la luz de sus claros ojos
todo el monte esclarecía.

2 comentários:

Anónimo disse...

Quisiera saber quien ha puesto este romance y donde está recogido.

gracias

ismael

Monalisa disse...

Hola!
El texto me lo han regalado y no conozco el autor. Es posible que el autor sea la misma persona que me lo mandó.
Los textos y fotografías que publico y que conozco el autor, respecto sus derechos.
Saludos,
Monalisa